La familia es el primer agente socializador durante la niƱez, pero existen otros agentes socializadores, y uno de ellos es la escuela. Agente no menor si entendemos que cada estudiante transita aproximadamente un tercio de su jornada en esta.
Si bien los estudios especializados demuestran que cuando la relaciĆ³n familia-escuela es activa y cohesionada mejora la calidad de la educaciĆ³n, los establecimientos educacionales deben reconocer las limitantes actuales para llevar a la prĆ”ctica dicho ideal.
Sabemos que las influencias que ejerce la dinƔmica familiar en el desarrollo psicosocioeducativo de cada estudiante son decisivas, por ello, junto con abrir la escuela a las familias para trabajar conjuntamente, es necesario dar la tranquilidad a aquellas madres y padres que, por diversos motivos, no pueden estar tan presentes como quisieran en el desarrollo de sus hijas e hijos. Como comunidad educativa nos preocupamos y ocupamos de
apoyar enĆ©rgicamente a la familia en la educaciĆ³n de niƱas, niƱos y jĆ³venes.