La escuela es uno de los espacios más poderosos a la hora de influenciar las conductas de niños y niñas, sus roles de género y proyectos de vida.
Como comunidad educativa incorporamos medidas concretas que promuevan relaciones no discriminatorias, tanto en base a talleres, como cuestiones cotidianas. Procuramos interiorizar el uso del lenguaje inclusivo como integrador en el campo simbólico y social de la equidad de género. Asimismo, los talleres de sexualidad, afectividad y género están planteados para que el estudiantado asuma un desarrollo sexual pleno y sin riesgos, abordando la sexualidad de forma integral, desprejuiciada y participativa, de acuerdo con su etapa de desarrollo.
Fomentamos una educación en igualdad desde una edad temprana y desde varias aristas, sin desestimar las capacidades cognitivas de las y los niños.
En nuestra comunidad educativa se respetan y valoran las diversidades, comprendiendo que las formas de pensar, vivir y convivir no dependen del sexo de las y los actores educativos.