En esta dimensión, identificamos a las y los distintos miembros de la comunidad en su totalidad. Docentes, directivos, estudiantes, madres, padres y/o apoderados/as, asistentes de la educación, profesionales de la educación. Todas y todos quienes conforman la comunidad tienen derechos y responsabilidades, además de participación y verificación del grado de satisfacción y adhesión al Proyecto Educativo compartido. En el proceso de aprendizaje, mediación y desarrollo no hay actor irrelevante. La comunidad debe ser inclusiva con todas y todos sus miembros. Dentro de una institución educativa las labores de administración de los recursos, apoyo administrativo, técnico y de servicios son tan importantes como el trabajo en aula.
Para favorecer la democratización de la escuela contamos con distintos órganos de participación que canalizan las aptitudes, intereses y capacidades de todas y todos los integrantes hacia el bien común, hacia la misión del Proyecto Educativo Institucional, proyectando acciones hacia la cooperación, solidaridad y respeto por el quehacer educativo.